En Kooking Lab nos encanta hacer pizzas, pan y repostería casera, así que, desde hace ya muchos años usamos piedras de horno y planchas de acero para horno con el objetivo de mejorar nuestros resultados.
A lo largo de este tiempo han pasado por nuestras manos más de una docena de este tipo de piedras y planchas así que algo hemos aprendido sobre ellas.
Y en este artículo te ofrecemos toda nuestra experiencia para ayudarte a decidir si te merece la pena comprar uno de estos utensilios.
Y en caso de que te decidas a comprar uno, vamos a ayudarte a aprovechar al máximo tu dinero y a escoger la que se adapte mejor a tus necesidades.

¿Para qué se usan las piedras y planchas para horno?
Las piedras para horno y las planchas de acero para horno se usan para mejorar el resultado final cuando horneamos pan, pizza y otras elaboraciones con masas como: focaccias, calzones, empanadas, etc.
Cuando colocas una masa sobre la bandeja del horno, aunque esta bandeja esté caliente, como su grosor es pequeño, se enfriará rápidamente al colocar la masa fría sobre ella por lo que la masa tardará más tiempo en crecer y en tostarse por la parte inferior.
Y además crecerá menos, su corteza quedará menos crujiente y su interior menos esponjoso.
Las piedras y placas para horno vienen a solucionar este problema ya que permiten acumular calor y su elevado grosor impide que se enfríen rápidamente al colocar la masa sobre ellas.
Para ello debemos colocar la piedra o la plancha de acero dentro del horno y precalentarla.
Los fabricantes suelen recomendar precalentarlas durante media hora, pero cuanto más tiempo las precalientes mejor será el resultado final.
Cuando una de estas piedras o planchas de acero está bien caliente, al colocar la masa sobre ella la masa crecerá mucho más rápido y además se tostará por la parte inferior, consiguiendo un resultado mucho mejor que al usar la bandeja de horno.
Así conseguimos una corteza dorada, tostada y crujiente y un interior suave y esponjoso.
Además, al utilizar una de estas piedras o planchas de acero, el calor se transferirá mucho más rápido hacia el centro de la masa provocando que la levadura que está en la masa produzca más dióxido de carbono a medida que el interior de la masa se calienta.
Y haciendo que parte de la humedad de la masa se convierta en vapor de agua.
Ambas cosas contribuirán a que se formen alvéolos dentro de la masa que crecerán y cuando la masa esté cocinada se convertirán en huecos que harán que el interior de la masa sea muy esponjoso.
Cuando cocinamos pizzas, focaccias y otras masas planas, parte de la humedad de la masa se acumula bajo ella, provocando que quede blanda o tarde en formarse una corteza crujiente.
Pero si depositamos la masa sobre una buena plancha de acero para horno o una buena piedra para horno bien calientes, la humedad de la masa se convertirá rápidamente en vapor que se escapará a través de las rugosidades de la superficie de la piedra o plancha.
Y esto hará que la parte inferior de la masa se tueste rápidamente, obteniendo una corteza deliciosa, esponjosa y crujiente antes de que la parte superior de la masa o los ingredientes que están sobre ella tengan tiempo de quemarse.
Por eso, estas planchas de acero y piedras para horno resultan ideales para hacer pan y pizza en casa.
Gracias a ellas conseguirás un resultado muy parecido al que obtendrías con un horno de ladrillo como los que usan en las pizzerías y en algunas panaderías y que alcanzan temperaturas superiores a los 400 grados centígrados.

Además las piedras y planchas para horno ayudan a estabilizar la temperatura del horno.
Esto te vendrá muy bien si la temperatura de tu horno oscila mucho o si calienta mucho más en algunos puntos que en otros. E incluso te ayudará a estabilizar la temperatura del horno cuando tienes que abrir su puerta, consiguiendo que pierda menos temperatura.
En general funcionan muy bien para preparaciones con cocciones cortas en las que buscamos que la masa crezca mucho y rápido, que la corteza quede crujiente y tostada y que el interior quede esponjoso.
Y no funcionan tan bien con masas que requieren cocciones prolongadas o con elaboraciones con masas muy densas.
En estos casos usar una piedra o una plancha para horno podría provocar que la parte inferior de la masa se tueste demasiado o que incluso se queme antes de que el resto de la masa se cocine del todo.
¿Vale la pena comprarse una?
Si te gusta hacer pan o pizza en casa, una plancha de acero o una piedra para el horno te permitirán conseguir unos resultados mucho mejores.
Logrando masas que crecen muy rápido, con cortezas crujientes e interiores blandos y esponjosos.
Gracias a las piedras o planchas para horno tus pizzas y masas crecerán en muy poco tiempo y se cocinarán antes, evitando así que se sequen por estar mucho tiempo en el horno.
Así que, si haces pan o pizza en casa con frecuencia, sí que vale la pena comprar uno de estos utensilios, porque los resultados son mucho mejores y muy cercanos a los que obtendrías en un horno de pizzería o de panadería.
En cambio, si no te gusta hacer pan o pizza en casa, seguramente no te compensará comprar uno de estos accesorios para tu horno.
Guía de compra de piedras y planchas de acero para horno
Si has llegado hasta aquí es porque te encanta hacer pan o pizza en casa y crees que una piedra o una plancha para horno será una buena inversión.
Así que a continuación te contamos todo lo que sabemos sobre estos utensilios para ayudarte a hacer la mejor compra y sacar el máximo partido a tu dinero.
¿Qué material debo escoger?
En el mercado encontrarás a la venta piedras para horno de diferentes materiales: piedra, piedras volcánicas, diferentes materiales cerámicos, etc.
Y además también encontrarás planchas de acero.
Así que lo primero que deberías decidir es el material del que vas a comprar tu plancha para horno.
Planchas de acero para horno
Para ello debes saber que las planchas de acero permiten almacenar mucho más calor que las piedras y materiales cerámicos.
Y además transmiten mucho mejor este calor a la masa que coloques sobre ellas.
La transferencia de calor es cientos de veces más rápida en una plancha de acero que en una piedra para horno.
Esto hace que resulten ideales para masas que se cocinan en poco tiempo y en las que queremos obtener una corteza exterior crujiente.
Por eso las planchas de acero son ideales para hacer pizza en casa. Con ellas conseguirás que la pizza crezca muy rápido y que su corteza quede crujiente por fuera y esponjosa por dentro.
Además almacenan tanto calor que tardan muy poco tiempo en recuperarse después de cocinar. Es decir, si precalientas la plancha de acero y cocinas una pizza sobre ella, en unos pocos minutos recuperará su temperatura y estará lista para cocinar otra pizza.
En cambio, para masas que necesitan cocciones más prolongadas, las planchas de acero para horno pueden ser un problema ya que pueden llegar a quemar la parte inferior de la masa antes de que el interior esté completamente cocido.
Esto puede ocurrirte al hacer sobre ella panes que necesitan cocciones prolongadas, u otras elaboraciones como tartas, galletas, escones, etc.

Piedras para horno
Las piedras para horno no son capaces de almacenar tanto calor como las planchas de acero. Y tampoco son capaces de transferir tan bien este calor a los alimentos que cocinamos sobre ellas.
Y esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Por un lado con ellas no conseguirás tan buenos resultados al hacer pizza en casa. La masa no crecerá tan rápido, la corteza y la base de la pizza no quedarán tan crujientes ni el interior tan esponjoso.
Pero, a cambio, podrás cocinar panes obteniendo resultados muy buenos sin que la parte inferior del pan se queme o se quede negra.
Es decir, las placas de acero para horno son ideales para hacer pizza en casa, pero aunque nos permiten conseguir buenos resultados al hacer pan, pueden llegar a quemar la parte inferior de la masa si la cocción es larga.
En cambio, las piedras para horno, aunque no consiguen tan buenos resultados con la pizza sí consiguen buenos resultados con una amplia variedad de elaboraciones: pizzas, panes, tartas, galletas, etc.
Con las piedras para horno será difícil que la masa llegue a quemarse o ponerse negra por la parte inferior, pero las masas no crecerán tanto ni conseguirás cortezas tan crujientes y tostadas.
Otro punto a tener en cuenta es el peso, las planchas de acero son mucho más pesadas que las piedras para horno.
Esto las hace menos manejables.
Pero las piedras para horno, aunque más ligeras, pueden llegar a agrietarse o romperse con los cambios de temperatura.
Por este motivo si compras una piedra para horno, asegúrate de que es de cordierita.
Este material cerámico resiste muy bien los cambios de temperatura sin agrietarse ni romperse. Y además es un material poroso que absorbe la humedad de la masa, consiguiendo que la parte inferior de la masa quede dorada, tostada y crujiente en el exterior.
En cambio, si compras una piedra de otro material es muy fácil que acabe agrietándose o rompiéndose por el choque térmico que se produce al echar una masa fría sobre ella.
Así que no te aconsejamos que compres una piedra de horno de un material diferente a la cordierita.
Y si te decides por una plancha de acero, asegúrate de que sea de acero inoxidable.

Otras cosas a tener en cuenta para decidirse entre piedra o plancha de acero
No todas las piedras para horno se pueden lavar con agua, pero en general sí podrás lavar cualquier plancha de acero para horno.
Esto hace que, en general, resulte mucho más fácil limpiar las planchas de acero para horno que las piedras para horno.
El motivo es que la piedra, la cordierita y los materiales cerámicos suelen ser porosos y absorberán la grasa y la humedad de cualquier cosa que cocines sobre ellos. Y después de que estos restos de comida se chamusquen a altas temperaturas son difíciles de limpiar.
Si a esto le sumas que la mayoría de estas piedras no se pueden lavar con agua y mucho menos con jabón, las opciones de limpieza se reducen a usar paños de cocina, raspadores, espátulas o cepillos para eliminar los restos de comida quemados.
En cambio, las planchas de acero para horno son más fáciles de limpiar ya que podrás lavarlas siempre y cuando luego las seques adecuadamente y sigas los consejos del fabricante para evitar el óxido.
Para ello normalmente estas planchas de acero se secan en el horno a baja temperatura después de lavarlas. Y algunos fabricantes recomiendan curarlas aplicando un poco de aceite con un papel sobre su superficie y calentándolas a altas temperaturas.
Otros materiales
Además también se comercializan piedras para horno de otros materiales, como materiales cerámicos, granito, piedras volcánicas y otros tipos de piedras.
Sin embargo estos materiales no son tan duraderos como las piedras de cordierita o las planchas de acero y tienden a resquebrajarse o romperse con el uso o los cambios de temperatura bruscos.
Las piedras de materiales cerámicos que están esmaltadas o vitrificadas son más duraderas, pero el esmaltado o vitrificado de su superficie provoca que se acumule vapor bajo la masa. Y este vapor, al no tener forma de escapar, provoca que la base de tus pizzas o panes no quede crujiente sino blanda y gomosa.
Así que no te recomendamos este tipo de materiales.
También encontrarás a la venta planchas para horno de hierro fundido, pero tampoco te las recomendamos ya que son extremadamente pesadas y además requieren de mucho mantenimiento para evitar que se oxiden.

¿Qué forma debo escoger?
Las planchas de acero para horno y las piedras para horno suelen comercializarse en 3 formas diferentes:
- Cuadrada
- Rectangular
- Circular
Nuestro consejo es que compres las de forma rectangular ya que son mucho más versátiles y suelen tener una superficie mucho mayor.
Aunque creas que sólo vas a usarla para hacer pizza y pienses en comprar una circular, cuando veas los resultados querrás usarla para más cosas.
Y entonces te darás cuenta de que la forma circular no es la más adecuada para muchas elaboraciones, como:
- Barras de pan
- Baguettes
- Focaccias
- Empanadas
- Etc.
Además, ten en cuenta que cuando la piedra o plancha de acero esté muy caliente tendrás que usar una pala para depositar sobre ella la masa, así que cuanto mayor sea su superficie más fácil resultará hacerlo.
Si compras una piedra cuadrada, circular o de pequeño tamaño, colocar sobre ella la masa cuando esté bien caliente puede ser todo un desafío.
Así que nuestro consejo es que compres una de forma rectangular y con el mayor tamaño que puedas, aunque sobre esto te hablamos en más detalle a continuación.
¿Qué tamaño debo escoger?
Las piedras y planchas para horno suelen comercializarse en diferentes tamaños.
Nuestro consejo es que escojas el tamaño más grande que quepa sobre de la rejilla de tu horno.
Comprueba bien las medidas antes de comprarla y asegúrate de que va a caber sobre la rejilla de tu horno.
Es importante que no sobresalga de la rejilla y que quede espacio a su alrededor por todos sus lados para que circule el aire dentro del horno.
De lo contrario, podrías bloquear el flujo de aire del horno durante el cocinado, provocando que la temperatura suba mucho más de lo normal en algunas partes del horno.
Y esto podría llegar a estropear el horno.
Así que asegúrate de que las medidas de la piedra o plancha de acero dejarán al menos un par de centímetros entre cada uno de sus lados y las paredes del horno.

¿Qué grosor debo escoger?
Las piedras y planchas de acero para horno también se comercializan en diversos grosores.
Este aspecto es importante porque si compras una con un grosor muy fino no obtendrás buenos resultados.
Mientras que si compras una con mucho grosor, tardará mucho más en calentarse y puede llegar a quemar la parte inferior de las masas que coloques sobre ella.
Así que nuestro consejo es que, si compras una piedra para horno de cordierita, escojas una piedra con un grosor de entre 1 centímetro y 2 centímetros.
De este modo conseguirás un buen resultado con todo tipo de elaboraciones y la piedra no tardará una eternidad en calentarse.
Y si compras una plancha de acero para horno escógela con un grosor de entre 8 milímetros y un centímetro.
Si la compras más fina no conseguirás buenos resultados y si la compras más gruesa, pesará demasiado, tardará mucho en calentarse y corres un gran riesgo de quemar la parte inferior de cualquier masa que tarde más de unos pocos minutos en cocinarse.
En general, cuanto mayor es el grosor más calor es capaz de absorber y mejor resultado obtendrás con pizzas y otras masas que requieren de cocciones cortas.
Pero también cuanto mayor es el grosor mayor es el peso y el precio y más tardará en calentarse y en recuperar la temperatura entre un cocinado y el siguiente.
Y si el grosor es demasiado elevado, la piedra o plancha de acero pesará demasiado y se calentará tanto que puede llegar a quemar la base de la masa antes de que la parte superior tenga tiempo de cocinarse del todo.
Así que te aconsejamos que aprendas de nuestros errores y compres tu plancha de acero para horno o tu piedra para horno con el grosor que te recomendamos.
¿Qué acabado debo escoger?
Si te decides por una plancha de acero para horno, no hay mucho donde elegir ya que suelen ser planchas de acero inoxidable con un acabado ligeramente rugoso.
En este caso tan solo asegúrate de que es de acero inoxidable. Y sigue los consejos del fabricante, ya que en muchos casos se recomienda curar el acero antes del primer uso para evitar la aparición de óxido con el tiempo.
Si decides comprar una piedra para horno, recuerda comprarla de cordierita para evitar problemas.
Dentro de las piedras para horno hay algunas que están esmaltadas o vitrificadas.
Nuestro consejo es que evites las piedras para horno con este tipo de acabados ya que no tienen ninguna rugosidad y esto hace que el vapor de agua se condense bajo la masa y, al no tener por dónde escapar, la masa se quedará blanda por la parte inferior o mucho menos tostada que si la superficie de la piedra es rugosa.
Cuando depositamos la masa sobre la piedra de horno, si la piedra tiene una superficie muy lisa la masa se quedará pegada a la piedra, provocando que quede blanda y que la parte inferior prácticamente se cocine al vapor.
En cambio, si la piedra de horno tiene una superficie rugosa, la masa no se quedará pegada a ella y la humedad podrá escapar de la parte inferior de la masa y ésta se quedará mucho más crujiente y dorada.
Así que, ya lo sabes, cuando compres una piedra para horno escoge una cuya superficie sea rugosa.
De este modo el vapor de agua tendrá forma de escapar y la masa quedará tostada y crujiente por la parte inferior y muy esponjosa en el interior.
En el caso de las planchas de acero, escoge también una cuya superficie sea rugosa antes que una con superficie lisa, aunque en el caso del acero la rugosidad de la superficie no es tan importante porque el acero transfiere el calor mucho más rápido que la piedra o los materiales cerámicos.
La mejor piedra para horno
Ahora que ya sabes cómo comprar una piedra para horno que se adapte a tus necesidades, te contamos cuál es, en nuestra opinión, la mejor piedra para horno después de haber probado ya unas cuantas.
Esta piedra para horno de la marca Pizza Divertimento es para nosotros la mejor opción del mercado por su relación calidad-precio.
Está fabricada en cordierita por lo que soporta muy bien los cambios de temperatura. Puedes echar sobre ella la masa sin miedo a que se agriete o se rompa.
Tiene un grosor de 1,5 centímetros, que es perfecto para hornear sobre ella tanto pizzas, como panes, escones, croissants, baguettes, tartas, galletas, etc.
Como te hemos explicado, al ser de un material cerámico no transfiere tan bien la temperatura como las de acero, pero es más versátil y nos permite cocinar todo tipo de cosas sobre ella sin miedo a que la parte inferior de la masa se queme.
Por todo ello, en Kooking Lab usamos esta piedra para horno para elaborar todo tipo de panes que necesitan cocciones prolongadas, así como:
- Tartas
- Galletas
- Focaccias
- Hojaldres
- Croissants
- Empanadas
- Calzones
- Etc.
Además tiene un precio muy asequible y viene con una pala, que nos será muy útil para depositar sobre ella lo que queremos cocinar sin quemarnos ni tener el horno abierto demasiado tiempo.
Y al ser de cordierita no pesa demasiado, tan solo 4 kilos y medio.
Su superficie tiene una cierta rugosidad que, como te hemos explicado, es lo ideal en este tipo de piedras para lograr que las bases de tus panes y pizzas queden crujientes y tostadas.
Y puede usarse tanto en el horno eléctrico, como sobre una parrilla o una barbacoa.
Eso sí, asegúrate de que su tamaño encaja dentro de la rejilla de tu horno y queda espacio a su alrededor para que el aire circule.
La mejor plancha de acero para horno
A continuación te contamos cuál es la plancha de acero para horno que mejores resultados nos ha dado.
Esta la tenemos ya desde hace más de 5 años y no podemos estar más contentos con ella.
La verdad es que es una de las mejores compras que hemos hecho. Es un poco más cara que las piedras para horno pero si tienes en cuenta que una de estas planchas de acero te va a durar toda la vida, entonces su precio ya no parece tan caro.
Tiene un tamaño de 38×32 centímetros, ideal para nuestro horno, un grosor de 8 milímetros y nosotros la precalentamos durante una hora y media.
Una vez caliente es ideal para hacer sobre ella pizzas, calzones, y otras masas que no necesiten de cocciones muy prolongadas porque transfiere tanto calor que si cocinas algo sobre ella durante mucho tiempo lo más probable es que se queme en su parte inferior.
Pero el resultado obtenido al hacer pizzas en casa con esta plancha es increíble y se parece mucho al que puedes degustar en cualquier pizzería con un horno de piedra.
Al menos es lo más cerca que vas a poder estar haciendo pizza en el horno eléctrico de casa de una pizza cocinada en un horno de piedra.
Nosotros la usamos para cocinar pizzas, calzones, focaccias y panes que no son muy grandes y que, por tanto, no requieren de cocciones muy largas, como: baguettes, pequeñas barras de pan, etc.
Y no podemos estar más contentos con los resultados: las masas crecen muy rápido, obteniendo una corteza tostada y crujiente con un interior muy esponjoso.
Su único inconveniente es su peso de 7 kilos y su precio que un poco más caro. Aún así, si la cuidas bien te durará toda la vida y proporciona unos resultados magníficos, así que es una magnífica inversión.
Consejos de uso para tu piedra de horno o plancha de acero para horno
Tanto si usas una piedra para horno como una plancha de acero, hay una serie de consejos que es importante conocer para sacarles todo el partido.
Primer uso
En primer lugar lee atentamente las indicaciones del fabricante ya que es importante seguir sus consejos para evitar problemas como roturas, grietas, etc.
En el caso de las planchas de acero algunos fabricantes recomiendan someterlas a un proceso de curado, similar al que hacemos con los utensilios de hierro fundido antes de usarlos por primera vez.
Y en el caso de algunas piedras para horno el fabricante recomienda calentarlas lentamente hasta una temperatura concreta antes del primer uso.
Así que si el fabricante de tu plancha de acero o piedra para horno recomienda algún tipo de tratamiento previo al primer uso, sigue las instrucciones a rajatabla, ya que suele ser importante realizar estos pasos para evitar que las planchas se oxiden con el tiempo o que las piedras se rompan.
Uso habitual
Cuando uses la piedra o la plancha para horno recuerda que debes calentarla antes de usarla.
Y debes introducirla en el horno antes de encenderlo ya que de lo contrario la piedra podría romperse.
Colócala sobre la rejilla de tu horno y no sobre la bandeja de horno. Y retira las bandejas del horno para que el aire circule mejor y caliente la piedra o plancha de acero lo antes posible.
Es mejor colocar la rejilla con la plancha de acero o la piedra sobre ella en la parte inferior del horno, aunque no abajo del todo. La posición ideal es entre la parte media y la parte inferior del horno.
De este modo, al aplicar calor en la parte inferior y la parte superior conseguirás que la piedra o plancha de acero se caliente mucho sin que el calor superior queme la parte superior de tu pizza, pan o cualquier otra elaboración antes de que su interior termine de cocinarse por completo.
La temperatura a usar para precalentar tu piedra o plancha de acero dependerá del tipo de elaboración que vayas a cocinar, pero debes calentarla al menos media hora antes de usarla.
De este modo conseguirás que cuando deposites sobre ella la masa, la plancha o piedra no pierda demasiado calor. Y así conseguirás que la masa crezca rápido, que su corteza quede tostada y crujiente y que su interior quede esponjoso.
Sigue las instrucciones del fabricante en cuanto a la cantidad de tiempo durante el cuál debes precalentar tu piedra o plancha.
Pero recuerda que cuanto más tiempo la precalientes mejores resultados obtendrás.
En nuestro caso los mejores resultados a la hora de elaborar pizza los obtenemos precalentando durante una hora y media.
Ese es más o menos el tiempo que le lleva a la plancha de acero alcanzar la temperatura de 260 grados centígrados que usamos para hacer pizza.
Puedes usar un buen termómetro de cocina para medir la temperatura de la superficie de la piedra o plancha de acero y comprobar cuándo alcanza la temperatura deseada.
Para otras elaboraciones que requieren de cocciones más prolongadas no es necesario precalentar la placa de acero o piedra durante tanto tiempo ya que si la precalentamos mucho tiempo podremos quemar la parte inferior de la masa.
Utiliza semolina tanto en la pala de horno como sobre la piedra o plancha de acero para que la pizza no se pegue y se deslice bien al meterla y sacarla del horno.
Cuando termines de cocinar deja la piedra o plancha de acero dentro del horno hasta que se enfríe por completo. De lo contrario un cambio brusco de temperatura podría romper la piedra.
Lo mejor es usar una pala para horno para introducir y retirar del horno las pizzas, o cualquier otra cosa que cocines sobre tu piedra para horno. De este modo no necesitarás sacar la piedra del horno hasta que se enfríe, evitando así que pueda romperse debido al cambio de temperatura.
Si usas una piedra para horno no te recomendamos colocar sobre ella una pizza congelada ya que el choque térmico podría romperla. Si quieres cocinar pizzas congeladas es mejor que optes por una plancha de acero para horno en lugar de por una piedra.
Consejos de limpieza
Tanto las planchas de acero como las piedras para horno se irán manchando con el uso. Esto es inevitable y aunque estas manchas le dan un aspecto bastante feo, no afectan a su funcionamiento.
No laves tu piedra para horno con jabón ya que estas piedras suelen ser porosas y el jabón se quedaría dentro de los poros, aportando sabor a jabón a cualquier cosa que cocines sobre ellas.
Lo mejor es dejar que cualquier resto de masa o ingredientes que se quede pegado a la plancha o a la piedra se queme con el calor del horno.
Y una vez que la piedra o la plancha se enfríe usar un cepillo con cerdas duras para retirar estos restos.
Si hay restos que no salen con el cepillo, usa primero una espátula de metal para eliminar las partes más duras y agarradas a la superficie de la piedra. Y después utiliza el cepillo para retirar los restos que todavía estén agarrados a la piedra.
En el caso de las planchas de acero puedes esperar a que se enfríe y lavarla con agua templada y jabón y usar un estropajo para eliminar cualquier resto.
Si lo haces seca muy bien la plancha de acero con un paño de cocina y después métela en el horno y caliéntalo a 160 grados centígrados y déjala a esa temperatura durante al menos media hora.
De este modo conseguirás que se seque por completo y evitarás que aparezca óxido.
Sigue las instrucciones del fabricante ya que en el caso de algunas planchas de acero el fabricante recomienda hacer un proceso de curado de vez en cuando para evitar que se oxiden.
Y en el caso de las piedras para horno hay fabricantes que recomiendan no lavarlas ni siquiera con agua.
Palas para horno, el aliado perfecto
Si usas una piedra o una plancha para horno necesitarás una pala para horno.
De lo contrario no conseguirás depositar rápidamente la masa sobre la piedra o la plancha de acero.
Y en ese caso el horno permanecerá abierto más tiempo del necesario por lo que tanto el horno como la piedra o la plancha de acero perderán mucha temperatura, provocando un mal resultado.
Usando una pala conseguirás evitar estos problemas y depositar la masa sobre la piedra o la plancha de forma muy rápida.
Y además lo harás de forma mucho más segura, reduciendo el riesgo de quemarte.
Algunas piedras para horno ya vienen con una pala para horno, pero si este no es tu caso, esta pala que te mostramos a continuación es una opción excelente.
Está fabricada con una mezcla de fibras de madera que resisten muy bien tanto las elevadas temperaturas como los cambios de temperatura, por lo que es muy duradera.
Además es fina e incluso puede lavarse en el lavavajillas. Y las masas se deslizan muy bien sobre ella.
Sea cual sea la pala para horno que utilices, antes de usarla espolvorea sobre ella un poco de semolina.
De este modo la pala se deslizará mucho mejor bajo la masa y evitarás que la masa se pegue a la pala, lo que te permitirá depositar la masa sobre la piedra o plancha de forma muy rápida y sencilla.
Si no vas a usar una cocción muy larga y la temperatura del horno no es muy elevada también puedes colocar la masa sobre papel para horno.
Así te será aún más fácil usar la pala para meterla en el horno. Pero si usas papel para horno asegúrate de que soportará la temperatura que vas a usar.
Y vigílalo de vez en cuando porque al usar una piedra o una plancha para horno se calentará mucho más y podría llegar a quemarse en las cocciones prolongadas a altas temperaturas.
Además ten en cuenta que colocar papel bajo la masa puede hacer que se acumule vapor de agua bajo ella, provocando que la parte inferior de la masa quede menos tostada, menos crujiente y más blanda.
Ten en cuenta que las palas de madera se deslizan mejor bajo las masas que las palas de metal, que se quedan pegadas a la masa con mayor facilidad.
Pero las palas de madera no soportan bien las elevadas temperaturas por lo que pueden comenzar a romperse, astillarse o deshacerse tras unos pocos usos.
Por eso las palas hechas a partir de fibras de madera mezcladas con otros materiales sintéticos suelen deslizarse mejor bajo las masas que las palas de madera y además son mucho más resistentes.
Así que, si estás pensando en comprar una pala para tu horno, esta que te recomendamos es una opción excelente y a nosotros es la que mejor nos ha funcionado y la que más nos ha durado con mucha diferencia.
De hecho lleva ya muchas pizzas a sus espaldas y parece recién comprada.
Quizás te interese…
- Los 12 mejores accesorios para tu freidora de aire
- Freidoras de Aire: Guía de Compra
- Los mejores accesorios para tu horno microondas
- Roners para cocinar al vacío: Guía de compra
- Los mejores recipientes para cocinar al vacío
- La tapa antiderrames que te ahorrará horas de limpieza
- La llave del vino de Peugeot: un accesorio capaz de envejecer el vino en segundos
- Los mejores accesorios para cocina sous vide
Conclusión
Como ves, aunque resulta sencillo, comprar una buena piedra para horno o una buena plancha de acero para el horno tiene su miga.
Son bastantes las cosas que hay que tener en cuenta.
Pero si sigues los consejos que te hemos dado conseguirás evitar los errores que nosotros hemos cometido en el pasado.
Y esto te permitirá escoger la piedra o plancha para horno que mejor se adapte a tus necesidades.
Y sacarle el máximo partido a tu dinero.
Esperamos haberte ayudado y haberte dado el empujocinto final para comprar tu plancha de acero o piedra para el horno.
Cuando veas los resultados estamos convencidos de que no dejarás de usarla.


